Tengo una hernia lumbar, ¿puedo hacer pilates terapéutico?
¡La respuesta es sí! siempre y cuando lo hagas bajo la supervisión de un profesional.
Con pilates terapéutico conseguimos reforzar y estirar la musculatura y por lo tanto sentir como si nuestras vertebras se alejasen una de otra, liberando el espacio del disco intervertebral, que es el que genera el dolor.
Pero mejor vamos a empezar por el principio…
¿Cómo se produce una hernia?
La principal causa es el traumatismo o degeneración, aunque existen otras causas que podemos enumerar como:
- Movimientos rotatorios constantes
- Exceso de peso
- Debilidad o atrofia muscular
- Mala carga de peso en deportes o actividades profesionales
- Sedentarismo…
Por ello, tenemos que estar atentos si notamos un dolor agudo en la espalda que se puede reflejar hacia las piernas y glúteos y, en ocasiones, podemos notar como un entumecimiento de las piernas, aunque la sintomatología depende de la presión del nervio y el grado de lesión.
Y, a la hora de practicar pilates, ¿Qué movimientos no puedo hacer si tengo una hernia lumbar?
Si es la primera vez que practicas pilates terapéutico, es importante no realizar determinados ejercicios que involucren movimientos que cierren el disco de las vertebras lumbares, como son la rotación, la flexión o la extensión.
La sierra por ejemplo, es un ejercicio que combina la flexión con la rotación de la columna vertebral y, al principio, puede agravar la lesión.
Los ejercicios de hiperextensión del tronco en decúbito prono, como: las extensiones de Mckenzie, la cobra, el tigre, natación en decúbito prono… deben realizarse con una correcta alineación de la espalda.
Más adelante, tras hacer ejercicios específicos indicados por tu instructor con los que vas a ganar elasticidad y vas a fortalecer toda la musculatura, habrá ejercicios que engloben dos movimientos combinados que puedas hacer sin problemas 😉
¿Es posible recuperarme de esta lesión realizando pilates?
Con pilates terapéutico realizaremos ejercicios que nos ayudarán a trabajar la musculatura del tronco, el fortalecimiento del suelo pélvico y la correcta alineación de la columna, con la que mejoraremos la movilidad y aumentaremos la fuerza de toda la musculatura paravertebral.
Entonces, ¿Qué ejercicios puedo hacer?
¡Todos! pero como ya hemos visto antes, algunos, en la etapa inicial de la hernia deberíamos dejarlos para más adelante, cuando tengamos la musculatura reforzada y seamos conscientes de los movimientos que estamos realizando para no comprimir el disco.
Solo así, conseguiremos reeducar el movimiento y que el dolor provocado por la hernia discal nos permita realizar movimientos en nuestro día a día sin dolor.