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    17 junio, 2019

    ¡Te contamos los beneficios del deporte durante el embarazo!

    Actualmente, el ejercicio físico forma parte del estilo de vida de muchas mujeres, independientemente de su nivel de entrenamiento. En el momento en que se confirma el embarazo aparecen muchas dudas sobre los beneficios y riesgos que podría tener el deporte.

    Practicar deporte durante el embarazo es recomendable y beneficioso pero con una selección adecuada del ejercicio físico a realizar, lo más individualizado posible a cada mujer y embarazo y siempre con un control ginecológico regular.

    Principales beneficios del deporte durante el embarazo

    • El ejercicio favorece el parto
    • Disminuye el dolor lumbar
    • Previene el aumento excesivo de peso en la embarazada
    • Mejora el crecimiento de la placenta
    • Tiene importantes beneficios psicológicos
    • Disminuye la probabilidad de desarrollar diabetes gestacional
    • Beneficios para el bebé, al que le llegan las hormonas segregadas a través de la placenta: favorecen el desarrollo cerebral y cognitivo, fortalecimiento del corazón, menor porcentaje graso (que no menor peso), etc.

    ¿Qué tipo de ejercicio es el más indicado durante el embarazo?

    Entre los ejercicios más recomendados están el pilates, el yoga, la natación, la bicicleta estática, andar, etc.  Realizarlos con una intensidad moderada durante al menos 30 minutos de forma regular. Lo ideal es que cada sesión incluya un pequeño calentamiento y vuelta a la calma. Durante la sesión debe mantenerse una buena hidratación y evitar ambientes con condiciones extremas.

    Se deben evitar los deportes que entrañen peligros por golpes en el abdomen, riesgo de caídas o fatiga excesiva.

    En el caso de no hacer ejercicio físico con regularidad y desear empezar a realizarlo durante el embarazo se recomienda comenzar en el segundo cuatrimestre, de forma gradual.

    Varios estudios han concluido que las mujeres que realizan actividad física durante el embarazo tienen menos síntomas propios del mismo, como náuseas, calambres en las piernas, cansancio y dolores de espalda.

    No hay diferencias significativas entre la mujer sedentaria que ha practicado ejercicio a partir del segundo trimestre de embarazo y la mujer totalmente sedentaria en cuanto a la duración del embarazo o el período de dilatación. Sin embargo, aquellas mujeres que han realizado deporte durante toda su vida y continúan haciéndolo durante el embarazado, presentan un embarazo más breve, un período de dilatación inferior y menor probabilidad de sufrir un parto por cesárea. Aunque la mujer que se inicia en el deporte una vez embarazada no tiene tantas ventajas como la que lo ha practicado siempre, el ejercicio físico contribuye a que tenga un mayor bienestar, más confianza, mayor capacidad de reacción física y emocional, además de mejorar su fuerza y resistencia, lo que le va a hacer sentirse más ágil y activa así como prevenir las lumbalgias.

    El realizar ejercicio físico durante el embarazo no va a aumentar el riesgo de sufrir un aborto espontáneo siempre que el embarazo siga su curso normal y no hayan contraindicaciones médicas que así lo impidan.