Escápula alada, cómo corregir y mejorar esta patología
La escápula alada es una patología del hombro en la que el borde interno de la escápula sobresale del tórax en sentido posterior, es decir, la escápula se hace muy visible en la espalda. Una mala posición escapular provoca escasa estabilidad, lo que a su vez produce un mal funcionamiento de las articulaciones del hombro, que son varias.
La escápula alada generalmente se debe a una baja tonificación muscular o a la práctica repetida de malas posturas.
Causas más comunes
· Malos hábitos posturales
· Acortamientos musculares
· Debilidad o parálisis del músculo trapecio
· Debilidad o parálisis del músculo serrato anterior
· Inestabilidad en el hombro (glenohumeral)
· Degeneración en el hombro
· Escoliosis
· Accidentes de tráfico
Causas poco comunes:
· Ausencia muscular congénita
· Deformidad de Sprengel
· Tumores
· Fracturas
¿Qué síntomas o signos genera la escápula alada?
· Protusión de la escápula en la espalda.
· Escápulas asimétricas
· Elevación de hombro limitada y dolorosa
· Dificultad para levantar pesos
· Molestias en la escápula al apoyar la espalda sobre una superficie rígida
¿Cómo se diagnostica?
Para detectar una escápula alada se le indica al paciente que apoye las manos en la pared y que empuje. Se observan las escápulas y si una de ellas sobresale de la espalda entonces se trata de escápula alada. Puede compararse una con otra para apreciar la diferencia, aunque hay casos en que ambas escápulas están aladas.
Otra prueba complementaria es la electromiografía, para ver si la escápula alada está producida por un daño en el nervio. También se puede realizar una radiografía para descartar patologías óseas.
Tratamiento
El objetivo principal es fortalecer el músculo serrato anterior, que es el responsable de mantener la escápula pegada a las costillas, evitando así que ésta sobresalga.
El serrato también tiene función inspiradora. Cuando el serrato no funciona como debe, la estabilidad disminuye y se transmiten cargas excesivas a la articulación escapulo-humeral, lo que puede provocar lesiones. Lo ideal es que los ejercicios de fortalecimiento sean supervisados por un profesional, ya sea fisioterapeuta o deportivo, para que su realización sea correcta.
Desde la fisioterapia se puede trabajar sobre las diferentes estructuras para disminuir la sintomatología, sobre todo en cuanto a dolor.
¿Qué puedo hacer parar prevenir la escápula alada?
Para prevenir una patología como esta es muy importante tener una buena educación postural. Sentarse bien, dormir en una buena postura, levantar y transportar pesos correctamente o evitar cargas unilaterales llevando mal una mochila o bandolera son algunas de las cosas que se deben vigilar.
Aquellas personas que se pasan el día sentados porque su trabajo lo requiere deben prestar especial atención a la postura. Algunos consejos son cambios de posición frecuentes, no hace falta estar siempre en la misma posición correcta porque es inviable, sino variar entre diferentes posturas adecuadas. Además es bueno levantarse, estirar las piernas, y en la medida de lo posible realizar algunos movimientos y estiramientos para aliviar las rigideces en las estructuras.
Por último, para aquellas personas que realizan deporte es muy importante utilizar una técnica correcta en los ejercicios. Aunque los cánones hacen que se trabajen más los músculos que se ven frente al espejo (pectorales, bíceps, abdominales…) no debe olvidarse la parte posterior de la espalda que es fundamental para que exista un funcionamiento adecuado de la escápula y el resto de tejidos conectados a la misma.