¿Te han diagnosticado una calcificación tendinosa y no sabes qué es? ¡Te lo contamos!
¿Qué es una calcificación tendinosa?
Las calcificaciones son una de las complicaciones que pueden llegar a presentarse en los tendones tras desarrollarse una tendinopatía, formándose dentro de los tendones depósitos de calcio que producen limitación en las actividades y dolor.
¿Por qué aparecen las calcificaciones?
El mecanismo exacto por el que se producen las calcificaciones tendinosas es incierto, aunque se cree que bajo condiciones mantenidas de inflamación, las células tendinosas tienden a convertirse en células calcificadas más que en células tendinosas reparadoras. Lo que sí que está claro es que, tanto las lesiones inflamatorias crónicas como los traumatismos de repetición, favorecen la aparición de las mismas. Además, hay ciertas patologías que pueden favorecer el depósito de calcio en los tendones, como el hiperparatiroidismo o la insuficiencia renal, entre otras. También se pueden ver favorecidas por una mala alimentación y el envejecimiento de los tejidos, con un menor aporte sanguíneo a la zona patológica.
¿Dónde se producen con más frecuencia?
La mayoría de las veces las calcificaciones se producen en el manguito rotador, sobre todo en el tendón del supraespinoso, debido a un choque repetido y continuo del tendón contra el acromion.
Los siguientes lugares por frecuencia en los que se puede producir una calcificación, aunque esto no quiere decir que no pueda ocurrir en cualquier otro tendón, son:
- el tendón de Aquiles
- la musculatura extensora de muñeca que se inserta en el epicondilo del humero (codo)
- el calcáneo
¿Cómo se diagnostica una calcificación tendinosa?
Las calcificaciones se observan mediante una radiografía o una ecografía, esta última siendo más útil ya que permite ver el tendón por completo y así poder hacer una buena valoración de toda la estructura.
A veces las calcificaciones son hallazgos asintomáticos que se encuentran realizando estas pruebas por otros motivos no relacionados.
¿Cómo se trata una calcificación?
El tratamiento conservador se inicia con crioterapia para la fase más aguda, terapia manual para el manejo de la sintomatología y poco a poco ir introduciendo la realización de ejercicios para generar adaptaciones en el tejido.
A veces la terapia conservadora no es suficiente y las calcificaciones requieren de técnicas más agresivas, como las ondas de choque; o más invasivas, como las infiltraciones y el lavado y aspirado. Como última opción estaría la artroscopia.
¿Podemos prevenir la aparición de una calcificación tendinosa?
Lo mejor es siempre un buen trabajo preventivo, manteniendo el cuerpo sano y fuerte mediante la realización de ejercicio de forma habitual, siempre bien programado y con una buena progresión de cargas. En la vida laboral esto es difícil de aplicar pero, si mantenemos los tejidos de forma adecuada mediante ejercicio, es más difícil que las cargas laborales terminen generando problemas de este tipo.
Si crees que puedes tener una calcificación tendinosa y quieres que te realicemos un diagnóstico, contacta con nosotros y pide una cita.