Correr en cinta, un ejercicio que se debe realizar con una buena técnica para evitar lesiones.
Correr en cinta cada vez está más de moda entre las personas que se quieren iniciar en el running o simplemente quieren perder peso. La cinta de correr es un elemento básico que encontramos en cualquier gimnasio del mundo y, aunque su uso puede parecer muy sencillo dado que se realiza en un ambiente controlado, siempre hay que tener en cuenta que existen ciertos riesgos, sobre todo para aquellos que se inician en el mundo del running.
Aspectos a tener en cuenta para correr en cinta
Siempre es importante el calentamiento, ya que prepara todo el cuerpo para un esfuerzo. En el caso de correr no hace falta un calentamiento demasiado específico, pero sí aumentar poco a poco la intensidad. Bastará con 5 minutos, donde se empezará andando y se irá acelerando hasta alcanzar el ritmo que se va a llevar durante la sesión.
La técnica de carrera también es muy importante porque va a conseguir que se eviten muchos problemas.
Correr en cinta no es como correr sobre cualquier terreno porque el funcionamiento de la cinta facilita la carrera, haciendo que las piernas tengan una ayuda al ir hacia atrás. Esto hace que los glúteos no trabajen como deben y puede generar problemas en las lumbares y en la cadera.
Además de hacer menos esfuerzo, cuando a la cinta no se le pone ninguna inclinación también pueden aparecer otras molestias por los cambios en la forma de correr, la pisada cambia y puede generar problemas en varias zonas, por ejemplo en los tibiales.
Relacionado con la técnica hay que recordar algunos aspectos básicos como puede ser realizar un braceo correcto, no tener las manos agarradas a los manillares que puedan haber, no mirarse los pies sino mirar al frente, correr en la parte central de la cinta para así poder realizar las zancadas de forma adecuada y por último, evitar las distracciones que puedan llevarnos a perder el equilibrio, como el móvil o las televisiones.
Una forma fácil de mejorar la técnica de carrera es grabarte para después revisar las imágenes y ver los posibles fallos. Esto es una ventaja de la cinta de correr, ya que estar todo el rato en el mismo sitio facilita mucho la grabación.
Otro problema son las sobrecargas. Un exceso de entrenamiento puede provocar problemas musculares, por lo que también es importante variar ritmos de carrera, estirar y descansar. Además las molestias musculares pueden complicar la progresión del corredor y su programación.
Otro efecto de la sobrecarga es la fascitis plantar, esto ocurre sobre todo cuando el corredor excede el volumen al que está acostumbrado, incluso a veces pasa andando. La fascitis plantar puede ser muy dolorosa e incapacitante.
También debemos hacer mención especial a las rodillas, que acostumbran a ser la articulación que más sufre cuando se corre. Debido a la amortiguación continua que proporcionan, un exceso de volumen, y más en caso de padecer sobrepeso, puede generar inflamación e hinchazón, que aunque no sea grave tardará varios días en desaparecer. Si encima esto se produce de forma continua incluso los meniscos se pueden llegar a ver afectados.
A pesar de todo, correr es un ejercicio muy completo que trabaja de forma importante el sistema cardiovascular, y cuyo uso puede adaptarse a los diferentes objetivos de cada uno. Tanto si te estás iniciando en el running como si no, si te surge alguna duda ¡consulta a un profesional!